Tzolk’in: El Calendario Maya

¿Una partida de 260 días? Sí, hablamos del Tzolkin, el calendario maya sagrado. Es sagrado, así que ya sabes cuál es la primera regla que tienes que aprender: hay que ganarse el favor de los dioses porque vigilan cada paso que das, aunque con una buena estrategia puedes permitirte enfadarlos… sólo alguna vez. El tablero es fascinante, con un mecanismo formado por una gran rueda que hace mover a otras cinco ruedas; cada giro de la gran rueda es un turno. Sobre el resto de las ruedas colocas a tus trabajadores, previo pago de recursos que has obtenido al comienzo del juego o que has ido consiguiendo con tu táctica de partida, excepto si los has podido colocar en la casilla cero… nada es gratis en la vida, y en el Tzolkin tampoco. Se trata de un pago inicial al colocar cada trabajador en la rueda y que será rentable si te has adelantado a la siguiente jugada y tus acciones han sido adecuadas en cada turno: produce, comercia, invierte en tecnología, construye o ve subiendo escalones al templo de tu dios, piensa y actúa según el beneficio que le puedas sacar a cada acción. Tu estrategia tiene que ser la mejor si pretendes ganar. Cuando quieras obtener rentabilidad de tus acciones, retira a tus trabajadores, y no te olvides que cada 4 días toca alimentarlos, ¿o creías que no tenías que pagarles? Las decisiones que hayas tomando serán cruciales para las ganancias que vayas obteniendo. ¿Te suena? Los negocios no han cambiado nada desde los mayas. El maíz, la madera, el oro, la piedra, la calavera, el desarrollo tecnológico y la edificación, todo a tu disposición para que los administres con el objetivo de conseguir más puntos de victoria cuando la gran rueda haya completado la cuenta de los días.